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Luces y sombras del CONAZAM 2019

Entramos a la recta final del año y con ello llegan los concursos propios de esta temporada. El primero de ellos, el Concurso Nacional de Zamora, mejor conocido como CONAZAM, se efectuó los pasados días 12 y 13 de octubre y aquí encontrarás las luces y sombras que pudimos encontrar en este certamen rondallero.

Organizar un evento, del tamaño que sea, es un gran reto en el que se deben cuidar muchos aspectos, por lo que se necesita de todo un equipo de personas encargadas de cada detalle. Todos los organizadores se hacen rodear de personas comprometidas que le ayuden a controlar todas las situaciones en torno al evento. Pero lo que ha logrado Ricardo López Arredondo es, por mucho, de lo mejor que hemos visto en organización, al grado de que ambos días llegó poco antes de iniciar el evento y su equipo ya tenía todo listo. Por supuesto, esto no es casualidad, es fruto del trabajo previo al evento, demuestra planeación, orden, compromiso.

Por ello es que es una lástima que la asistencia de grupos haya sido de apenas 12 rondallas. Como hemos mencionado en artículos anteriores, las causas pasan por la gran oferta de concursos rondalleros que existe en la actualidad, las condiciones económicas y la ubicación de algunas de las sedes de concursos que hacen complicada la asistencia de las agrupaciones. En el caso específico de Zamora, las ciudades más cercanas, si bien son rondalleras, sus grupos no son asiduos asistentes a concursos.

No obstante, lamento mucho que no hubiera más grupos, sobre todo considerando el aspecto más importante que este concurso ofrece a sus participantes: el jurado. Y es que no tengo dudas en afirmar que históricamente el jurado de CONAZAM ha sido uno de los mejores, junto con el de CONACIME. La conformación del jurado por reconocidas personalidades rondalleras, con amplios conocimientos musicales y con una honestidad probada, hace que este elemento sea un diferenciador importante al momento de decidir a qué concurso asistir.

Entonces, ¿por qué las rondallas no asistieron? ¿No acaso resultados justos son lo que la gran mayoría demandamos? ¿O es que preferimos asistir a eventos donde haya más categorías que faciliten ganar un lugar? Conste que son solamente preguntas.

Y es que, este año CONAZAM solamente abrió 3 categorías: Estudiantil, B y A, que bien pudieron ser dos. Lo cual es un buen intento por resolver un problema generalizado en los concursos de rondallas: la ubicación de los grupos en la categoría que les corresponde. Y aquí entraremos en un tema complicado.

Hubo varios casos que vale la pena resaltar. Iniciamos con dos rondallas de casa: Juvenil Inspiración y Sentimientos Juveniles, quienes inicialmente estaban inscritos en categoría A y B, respectivamente y decidieron bajar una categoría, a B y Estudiantil cada una. ¿Los motivos? Los desconocemos, pero después de escucharlos en el escenario podemos concluir que la decisión de Sentimientos Juveniles fue correcta, pero Juvenil Inspiración pudo competir sin problemas en A, en parte a causa del bajo nivel de la categoría, de lo que ya hablaremos más adelante.

Este tipo de cambios de último momento, muchas veces hacen pensar a los otros grupos que hay una injusticia o que les quitan la oportunidad de ganar, pero al final, como competidores debemos hacer nuestro trabajo de la mejor manera, compitamos contra quien compitamos, porque el triunfo no depende de los demás sino de uno mismo.

Otro caso interesante es la Rondalla CONALEP Apatzingán. De acuerdo con las bases de la convocatoria, la rondalla estaba en todo su derecho de inscribirse a la categoría Estudiantil, dado que los integrantes son estudiantes de dicha institución, sin embargo esta agrupación tiene un gran nivel que los pudo hacer competir sin problemas en la categoría B.

Pero, ¿hizo mal CONALEP Apatzingán en inscribirse en categoría Estudiantil? Depende el punto de vista. Si le preguntamos al resto de competidores de la categoría, seguramente encontraremos que hubieran preferido no competir contra dicha agrupación, por considerar que CONALEP tenía un mayor nivel musical, lo que sería muy preocupante porque entonces las rondallas no están buscando superarse y mejorar, sino ganar un lugar. Pero ojo, todo es una suposición.

El otro caso que cabe resaltar es el de la Rondalla Magnánime Nueva Generación, quienes se incribieron en categoría A, a pesar de que su trabajo está muy lejos de el de sus hermanos mayores, la Rondalla Magnánime. La pregunta es, si se trata de una rondalla marcada como nueva generación, ¿no debieron inscribirse en una categoría más baja? Es sólo una duda.

Esto nos lleva a una discusión que lleva ya varios años entre la comunidad rondallera: la forma de evitar abusos o inscripciones de rondallas en categorías que no les corresponde, ya sea por tener un mayor nivel o por quedarse muy por debajo de él. Justo en esta búsqueda, algunos concursos han implementado estrategias como la reclasificación (caso CONACIME) o que el primer día de concurso todas las rondallas se ubiquen en una sola categoría y a partir de su puntaje se clasifiquen, como hace tiempo se propuso en D'Ronda, como lo planeó el CONAMAT y como ya se implementó en el Concurso Vamos a Ver por Ellos de Ciudad Juárez.

Sin embargo estas estrategias no son las únicas, pueden existir otras que ayuden a que la competencia sea lo más pareja posible.

Decía al inicio que las tres categorías de este CONAZAM bien pudieron ser dos, y es que la categoría A presentó un nivel muy bajo, como también ha ocurrido en muchos concursos, donde tanto la Rondalla Magnánime Nueva Generación y la Rondalla Femenil del Estado de Puebla no presentaron una competencia real para la triunfadora, la Rondalla del Valle de Apatzingán.

En el viaje de regreso, comentaba con Martha Cuevas, directora de la Rondalla Femenil del Estado de Puebla, que un segundo o un tercer lugar en una categoría de sólo 3 rondallas con el nivel presentado, puede ser engañosa. Por eso muy importante mantener la mesura y que los integrantes de ambas rondallas le den la justa dimensión al lugar obtenido. Para ello, hemos propuesto que, en categorías de 3 rondallas solamente se premie el primer lugar, para evitar otorgar un premio que, lejos de ayudar a un grupo, les haga pensar que el trabajo presentado cumplió con las expectativas.

En la categoría B, tuvimos una buena competencia, con una Rondalla Euforia que viene trabajando bien y que el segundo día, incluso superó a la rondalla triunfadora por un punto. Pero recordemos que el puntaje fue acumulado y por tanto, dada la diferencia que hubo entre primero y segundo lugar el día sábado, fue que la Rondalla Juvenil Inspiración se levantó con el triunfo. Otro grupo interesante es Ebrios de Amor, quienes el día domingo tuvieron una presentación muy buena, pero de igual manera, el puntaje del día sábado les complicó el resultado final.

Lo que es un hecho es que, muchos de los grupos tienen que trabajar en nuevos arreglos, ya que tanto Juvenil Inspiración como Euforia ocuparon temas que ya les habíamos escuchado anteriormente, bien ejecutados, pero ya muy escuchados. Como hemos dicho, esto incluso les juega en contra, porque el jurado ya ha escuchado esos temas anteriomente y se pierde el factor sorpresa.

En categoría Estudiantil, destacó el trabajo de la Rondalla Jorge Ramírez de la Universidad Tecnológica de Aguascalientes y, por supuesto, de la triunfadora, CONALEP Apatzingán, quienes arrasaron con todos los premios individuales de la categoría.

Como era de esperarse, con el nivel del jurado presente, los resultados fueron justos y lógicos, de acuerdo con lo que se vió en el escenario. Pero la sombra estuvo en las redes sociales, donde en la transmisión en vivo algunas personas calificaron a los resultados de comprados, injustos y localistas. Nada más lejos de la realidad. Y es que, es lógico y entendible que todos queremos ver triunfar a nuestra rondalla favorita, pero tenemos que ser mesurados al emitir ese tipo de comentarios, porque demuestran que o no escucharon a todas las rondallas o el fanatismo los ciega. Sea como sea, esas declaraciones no aportan nada y le hacen pensar a los participantes que hubo una injusticia.

Una de las cosas que también se mencionaron, fue la participación que tuvo Susy Ortuño, solista de la Rondalla CONALEP Apatzingán con el Trío Ventura, conformado por tres de los jurados que estuvieron en este CONAZAM. Ante esto hay un par de cosas que se tienen que mencionar. En primer lugar, la comunidad rondallera es una comunidad grande, pero donde todos (o casi todos) nos conocemos, por lo que es normal que en muchas ocasiones como jurado te toca calificar a personas que conoces, sin que esto afecte en absoluto lo que se califica.

Quizás se deberían evitar estas situaciones, no porque estén mal, sino para evitar darle argumentos a las personas que atacan los resultados porque sus favoritos no resultaron triunfadores, aunque de manera ideal deberíamos tener total confianza en la honestidad e integridad de los jurados. Porque como lo dije hace un momento, este jurado en particular es de lo mejor que podemos encontrar en el país.

Antes de la premiación, se programó la presentación del ya mencionado Trío Ventura, quienes se encargaron de hacer las delicias de los asistentes y de las personas que estaban viendo la transmisión en vivo a través de Serenata de Mediodía. Además de la colaboración ya mencionada, cantaron con Pablo Salazar, Alonso Fierro y Ricardo López Arredondo, todos haciendo gala del talento musical que tienen. ¡Felicidades maestros!

El único puntito oscuro de la organización sucedió después de la presentación del Trío Ventura y de Rondallín, la mascota de D'Ronda y Serenata de Mediodía, cuando ya con todo el staff y el jurado presentes en el escenario, preparados para iniciar la premiación, los premios individuales no se encontraban listos, lo que es de extrañarse dado que tuvieron más de una hora para realizar las sumatorias.

No obstante, todos los demás aspectos de la organización estuvieron en un gran nivel: audio, instalaciones, jurado, atención y un largo etcétera.

Por último, con la finalidad de no hacer tan corto el concurso en su fase inicial y dada la asistencia de pocas agrupaciones, durante la junta previa se decidió que las rondallas interpretaran un tema de presentación el día sábado. Lo preocupante es que, el día domingo escuchamos en algunas rondallas el tema que un día antes habían interpretado como presentación, lo que me lleva a pensar que dichas agrupaciones no tenían otra canción, esto muestra una falta de trabajo general. Recordemos que los concursos son solamente una actividad de las rondallas, y que estas deberían estar preparadas para dar serenatas, hacer conciertos, etc. Hay que trabajar en el repertorio.

De manera general, pudimos observar un concurso bien organizado, cuidado, pero con una baja asistencia. Ojalá que en futuras ediciones las rondallas apuesten por asistir a concursos como CONAZAM, creo que con una participación más nutrida podremos tener una competencia que ayude a las rondallas a su crecimiento musical. Felicidades a los triunfadores, nos leemos la próxima semana después del Concurso Vamos a Ver por Ellos, de Ciudad Juárez.

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